Especial: Like a Virgin - mi primera vez con Madonna

Por: Alberto Pernett (@betocreativo)

De niño vivía los veranos y los inviernos en Estados Unidos. En uno de esos veranos de  1984, tenía 13 años y había llegado de la playa. Mi hermana y yo vivíamos con mi tía, hermana de mi padre, en Key West y posteriormente en Miami. Eran los gloriosos 80’s, ya saben, los peinados mullets, las drogas, la moda estrafalaria, la música explotando por todos lados en boomboxes y emisoras de una manera que solo una persona que haya vivido en esos años comprendería perfectamente. Eran el lugar y el momento perfecto.

Ese día mí hermana y yo llegábamos a casa y nos encontramos a mi tío tumbado en la sala con un periódico y su inmancable cigarrilo Camel en la boca y nos dice como quien anuncia botones en una tienda: “Cable guy was here,installed it in the kid’s tv”. Mi hermana y yo nos vimos las caras:TENEMOS MTV! Corrimos, dejamos todo tirado y por primera vez veíamos a tiempo completo MTV en nuestro cuarto: adiós idas a playa, adiós paseos con los primos, adiós todo. Permanecíamos pegados a la pantalla de MTV 24/7.

Ese mismo día, un VJ anuncia con bombos y platillos a la última estrella que ya estaba de rotación permanente en el canal: Madonna. Rueda el vídeo, suenan los seis primeros acordes y yo veo a esa mujer con una pinta toda bacana y de repente con Venecia como fondo. Menuda oposición de percepciones visuales. La canción me atrapó de una. Como quien dice tuve una revelación ¿espiritual? ¿Musical? ¿Trascendental?  No era la típica canción New Wave que sonaba en esos días, era una canción POP, 100% pop. 

Añadan a eso a la otrora voz nasal y niñada de Madonna en aquella época. Mi hermana y yo habíamos vivido ya la “Jacksonmania”. Yo de una me decanté por la “Madonnamanía”, no de forma física por supuesto. Con mi plata de la semana iba puntualmente cada weekend al record store y compraba los singles de mi interés. Costaban USD$2, una ganga más o menos. Ahorré y por segunda vez en mi vida compré no un álbum, sino dos: el primero de Madonna, “Madonna” y el segundo de ella,”Like a virgin”.Creo que me gasté como USD$20 en esos dos álbumes, ¡una fortuna!

Rápidamente en lo que canta un gallo, ese segundo álbum superó todas las expectativas:1er puesto en el Billboard 200 por varias semanas, dos canciones en el top 10 de singles (“Like A Virgin” y “Angel”), otro en el top 20 (“Material Girl”) y con ello todo un fenómeno cultural que me encantó ver de primera mano, miles de mujeres que inmediatamente adoptaron la moda “secondhand” de Madonna y de paso poner a prueba la impaciencia de mi tía por mi obsesión con la música y en particular con la música de Madge y CyndiLauper.

Intuía que esta mujer iba a lograr mucho, mucho más.Se lo dije a mi hermana y a la plétora de primos. De principio no me creyeron pues, obvio, los 80’s eran la época de los “one-hit wonders”, que pegaban un hit en el primer puesto e inmediatamente se diluían en la memoria de los demás.

Madonna cambió muchos pre-conceptos que se tenían de las mujeres en el mundo pop que triunfaban pero estaban atados a los hombres. Madonna no fue así, y lo más claro fue que esta mujer puso en primer plano la libertad sexual de la mujer de forma TOTAL, sin pedirle permiso a nadie.

Madonna trascendió más allá de la música.  Me atrevo a decir que fue la segunda liberación femenina del siglo pasado. Y todo por un simple video rodado en New York y Venecia, con un modelo, un león, varias pintas y el infamous vestido de novia alborotado, amén de la actitud tan desfachatada de esta cantante. Y el famoso cinturón de ella que decía BoyToy. ¿Lo captan?