5 razones para amar a Fey

Hace unos días tuve una conversación sobre Guilty Pleasures musicales, mencionando algunas canciones y artistas que me a veces me cuesta admitir que me gustan (como por ejemplo el hecho que me guste Que El Ritmo No Pare de Patricia Manterola), pero esa charla tomó otro rumbo cuando me preguntaron por Fey y si su música era un placer culpable para mí, algo que no es cierto.

Siempre he sido muy abierto por mi amor por la música de Fey, además de ser ella y las Spice Girls las que me conquistaron y me involucraron en este mundo pop que tanto me encanta, por eso quise escribir sobre las razones que tengo para amar a esta artista mexicana:

1. Fey es una princesa pop

Antes de Britney Spears, Christina Aguilera e incluso las Spice Girls, Fey conquistaba los corazones de miles de adolescentes con su tema Media Naranja y su álbum debut en 1995. Desde ese primer trabajo su música mostró fuertes influencias de la música dance, techno y euro-pop, que se convertirían en su sello personal. Sus videos mostraban coreografías fáciles de aprender, situaciones familiares para sus jóvenes seguidores y su música se convirtió en la voz de una nueva generación.

2. La moda

Uno de los elementos que jugó un papel importante en el éxito de Fey fue su estilo descomplicado a la hora de vestir. Ropa colorida con camisas y pantalones de cuadros, jeans, elementos de colores y una pañoleta en su mano fueron parte de la tendencia noventera que logró imponer entre sus jóvenes seguidores definiendo muy bien el estilo de la época.

3. Fey y sus coreografías

El baile fue de vital importancia dentro del estilo pop de Fey. Aunque sus coreografías nunca fueron demasiado elaboradas, contaban con elementos claves que se quedaron guardadas en las memorias de muchos, por ejemplo el corte en el coro de Media Naranja, ir de lado a lado en el coro de Muévelo y no nieguen que aún recuerdan los pasos de Azúcar Amargo.

4. Vértigo y su evolución musical

Sus compositores y productores siempre se la jugaron para crear temas fáciles de aprender, pero siempre le brindaron letras divertidas y con muchas metáforas para que sus canciones mantuvieran un estilo dulce, permitiéndole a sus fans a sentirse identificados con cada historia, pero como cualquier cantante pop llega el momento de experimentar y mostrar facetas diferentes, contar historia más profundas y plasmar su arte a su propia manera, en el caso de Fey ese momento llegó con el álbum Vértigo. Este fue trabajo más arriesgado, vanguardista y profundo, fue el primer álbum donde ella participó en la composición de la mayoría de los temas, además de contar con una edición adicional completamente en inglés. Aunque fue bien recibido por el público, la falta de promoción y disputas entre Fey y Sony Music no lograron levantar al álbum, sin lograr repetir el éxito comercial de sus trabajos anteriores. Vértigo sigue siendo hasta ahora su álbum más sólido tanto en producción con en su composición, experimentando con sonidos electrónicos y alejándose de la imagen de niña dulce que había construido por años. 

5. Su legado al pop en español

Aunque muchos consideren a Fey como un Guilty Pleasure, lo cierto es que ella marcó toda una generación de seguidores de la música pop a finales de los años 90, pero también dio paso para que muchos artistas y grupos de pop mexicanos fueran escuchados en otros países de Latinoamérica. A casi 20 años de su lanzamiento, Azúcar Amargo a superado la prueba del tiempo convirtiéndose en un clásico pop que aún sigue sonando en bares y emisoras, sigue haciendo cantar a miles de personas, no solo a sus, también a todos los que vivieron una niñez llena de color y diversión, además sus otros temas como Ni Tú Ni Nadie, Canela, Subidón o La Noche se Mueve muestran lo tranquilo que fueron los 90, con canciones divertidas, que nos hacían sentir bien, sin necesidad de llamar la atención a través de elementos sexuales o letras provocativas. Fey es una muestra que los 90 fueron una época increíble.