La pasión de coleccionar música pop



Coleccionar hace unos años para mi era como una obsesión, una que tenía que obligarme a calmar por momentos porque no siempre se cuenta con el dinero para gastar grandes sumas en elementos que al final guardas (con cariño) en el estante con el resto de cosas.

Haces unos 6 años decidí que mi colección de música dejaría de ser esa obsesión de tenerlo todo y pasar a ser una pasión que se inclina más a una admiración por el trabajo de los artistas, por tener en formato físico esos discos complicados de encontrar en plataformas digitales, esos que incluyen mis canciones favoritas y con los que logro una conexión emocional. Obvio, no puedo negar que aún tengo impulsos de compras musicales (pero ya no son tan fuertes como antes).

Tengo ejemplos claros sobre mi colección. Para mi los más importante son las colecciones que yo llamo “básicas” que se refiere a tener simplemente los álbumes de estudio de un artista o banda, por ejemplo, en esta lista entra Kelly Clarkson y Olly Murs, dos de mis favoritos, pero cuya colección no pasa de los discos de estudio y alguna que otra versión especial (ambos por comprar CDs que vienen autografiados). Hay otras colecciones más amplias, que sería de esos artistas que amo con una locura mayor, que en este caso sería Britney y A*Teens. Con los segundos tengo una colección sólida, pero no completa, pero con la que me siento feliz y eso es lo importante. Con Britney es diferente, tengo una colección que para cualquier coleccionista de esta artista consideraría pequeña, pero siento que tengo lo necesario. Álbumes de estudio, algunos sencillos, incluido el Singles Collection Box, el Stages y algunos promocionales que serían lo “más complicado” o “extraño” de mi colección. A veces quisiera tener mucho más, pero también comienzo a pensar que pasa con tener una colección gigante, ¿me haría más feliz? ¿ganaré algo? al final entendí que la colecciones se tratan de llegar al punto donde te hagan sentir bien, sin convertirse en una obsesión o una obligación. Por eso siento una admiración increíble por todos aquellos que tienen colecciones espectaculares de sus artistas favoritos, porque es visible que es algo que les da felicidad.

En mi caso por ejemplo he llegado a ciertas colecciones de “eras” o “épocas”. Por ejemplo mi colección de Jennifer Lopez que va desde On The 6 hasta This Is Me...Then, se detiene hasta Love? y el Greatests Hits y de nuevo no hay nada en mi colección. Simplemente pierdo la conexión con el artista y simplemente no veo la necesita de comprar álbumes que no me llenan, no me hacen sentir bien. Pasa con una de mis favoritas: Kylie Minogue. Mi colección de ella se mueve desde el álbum Kylie Minogue del 94 hasta ahora. Depende del álbum y mi conexión con la música va mi colección, por ejemplo de Aphrodite tengo los singles, mientras de X tengo dos versiones del álbum y un single. Golden y Kiss Me Once son los únicos que tengo en vinilos. De esa manera mi colección es amplia, pero no repito tantos álbumes y versiones en mi colección, mientras la era retro de su discografía no he decidido coleccionarla porque no me siento tan conectado emocionalmente con esas épocas.

Hay otros pedazos de mi colección que son todo un desorden, se crearon de repente y tienen espacios. Por ejemplo Hilary Duff y Taylor Swift, todavía me faltan álbumes para tener lo básico de ellas. Otro de los ejemplos principales sería Girls Aloud, un grupo que año tras año queda entre los que más escucho, pero mi colección es bastante pequeña. En el caso de este grupo solo tengo dos álbumes de grandes éxitos ambos y mi colección más grande son 4 DVD’s (3 de giras y 1 de videos musicales). Me encanta el grupo, pero mi conexión es más grande con los sencillos que con el trabajo completo de su discografía.

Al final coleccionar se ha convertido en algo más emocional. No se trata de ser un acumulador. Se trata de apoyar el trabajo de artistas, diseñadores, fotografos, productores, de todos los involucrados en un álbum. Se trata de disfrutar la música. Se trata de sentirse bien. Al final se trata de la conexión emocional que logras con las melodías que escuchas y como llena tu vida de buena energía.

Si quieren ver un poco más de mi colección, pueden seguirme en @mrmrcharlie en Instagram, me encanta poder compartir mi mood a través de los elementos musicales que tengo en casa.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.