Físico y Streaming: Diferentes maneras de vivir la música



Vivimos en un mundo digital, es cierto, pero cada vez más la nostalgia nos golpea bien fuerte y comenzamos a regresar a esas cosas que nos hacían felices en el pasado. Hoy no podemos vivir si una serie de servicios de entretenimiento como Netflix o Spotify, pero eso no significa que debamos dejar a un lado otros formatos, de hecho a mis 32 años sigo prefiriendo el formato físico por la experiencia que me hace vivir, pero hago uso del streaming por las facilidades que ofrece y porque nos abre las puertas a nuevos mundos.

Cuando pensé en escribir sobre este tema no quise que fuera algo como un versus o intentar mostrar cómo uno es mejor que el otro. Como usuario debo decir que en estos tiempos modernos ambos se complementan y es claro que siempre uno va a tener ventajas, beneficios y defectos frente al otro. Hoy el streaming te permite acceder mucho más fácil a la música, en especial cuando estás fuera de casa, simplemente es ponerte los audífonos y darle play al artista, álbum o playlist que desees.

Yo recuerdo que en mi niñez para un paseo de fin de semana con mis abuelos de 3-4 horas sacaba al menos 3 o 4 CDs para escuchar en mi discman (y pilas extras por supuesto). Tal vez sea más fácil ahora, pero se pierden ciertos elementos de experiencias, por eso el formato físico siento que hoy se convirtió en algo mas íntimo y muy personal, algo que disfrutas en casa, que se convierte en una experiencia sensorial, y si bien hago uso del streaming, mi favorito sigue siendo el tener algo en físico. Sigo comprando CDs, porque ha sido mi pasión coleccionarlos desde que tenía 10 años, poco a poco va creciendo mi colección de vinilos y cada mes tengo nuevos álbumes para incluir en mi estante.

Mi primer contacto en físico fue con cassettes, de hecho los primeros que tuve fueron de las Spice Girls, Shakira y Fey, pero cuando tuve mi primer CD en las manos fue amor a primera vista, desde Spice World que fue mi primer CD hasta WE de EXID que fue el último que compré hasta el momento de escribir esto, ya son alrededor de 400 CDs los que se encuentran en mi estudio. Para mí es toda una experiencia religiosa (como esa a la que se refiere Enrique Iglesias), abrir su contenido, ir descubriendo el booklet que puede ser tan maravilloso lleno de fotografías y letras de las canciones, hasta los más decepcionante que no contienen nada interesante. Todo es una sorpresa cuando compras un CD, sientes la música en las manos mientras escuchas alguno de los temas y lees los créditos, los agradecimientos o te quedas detallando a profundidad el concepto del álbum. Algunos CDs son más emocionantes que otros, por ejemplo algo que me encanta del K-Pop es que la experiencia da un paso al siguiente nivel, incluso un EP (o como ellos lo llaman mini-álbum) el booklet realmente es un libro de fotografías que giran entorno a un concepto que involucra el sonido el disco, la moda, el arte, el empaque, es una obra que como fan se vive desde todos los aspectos.

Muchos aseguraban la muerte del formato físico con el crecimiento del streaming, y aunque cada año las ventas siguen mostrando una caída, aún se muestra fuerte, en especial por un tema enfocado a la nostalgia en el que vemos como resurgen otros formatos como el vinilo y el cassette.

El vinilo ha mostrado un crecimiento comercial en los últimos años y se ha convertido en uno de los elementos más importantes para los labels a la hora de un nuevo lanzamiento y para los fans que coleccionan elementos de su artista favorito. El vinilo para mí tiene un factor más íntimo, es un formato para escuchar en casa, mientras lees un libro, tomas cerveza o un coctel en casa, tal vez en un plan de relax solo o en pareja. En mi caso me encanta como compañía en momentos de lectura o cuando me siento a escribir.

Otro formato que sigue tomando fuerza son los cassettes, aunque todavía no se ha despertado el boom tan fuerte como el vinilo, en los últimos dos años muchos de los artistas han incluido este formato dentro de los paquetes de sus lanzamientos. En este caso es un poco más complicado disfrutarlo, mi viejo walkman ya no funciona tan bien para escucharlos, pero son un elemento de colección que a futuro me gustaría seguir aprovechando por un tema más de nostalgia. El último que compré fue My Happy Place de Emma Bunton y fue emocionante destaparlo y vivir de nuevo esa experiencia como en mi niñez.

El streaming por su parte nos ha facilitado las cosas. Acceder a música es fácil, los servicios son gratuitos o el costo por planes premium no son tan costosos. Puedes escuchar millones de canciones y eso te permite no solo disfrutar de tu música y artistas favoritos, también es un viaje a otros mundos donde descubres canciones, profundizas en géneros musicales, conoces nuevas bandas o te transportas a la niñez con canciones que habías olvidado que existían. Puedes navegar entre tantas canciones y viajar entre épocas en cuestión de segundos, no tienes que escuchar un álbum completo, sino crear una playlist que se convierta en la banda sonora de ese momento, o simplemente dejar que la plataforma te recomiende con su algoritmo basado en lo que más escuchas (para mi es la manera perfecta de descubrir nuevos sonidos).



Cada formato tiene su magia y logra desconectarnos de nuestra realidad, pero así como nos lleva a mundos de fantasía, no todo es color de rosa y cómo todo en la vida tiene su lado negativo donde esa magia se apaga.

Por el lado del formato físico los costos se han convertido en una debilidad. En Colombia los CDs no presentan precios tan altos y de hecho se han mantenido en un mismo promedio por años, pero siempre estos son versiones standard y cada vez es más complicado encontrar una versión deluxe. Esto nos lleva a todos a buscar alternativas cómo Amazon, Target y otros tiendas internacionales donde el costo debido al dólar en Colombia se incrementa de una manera absurda. No nos olvidemos de los vinilos que en nuestro país cuestan lo que pagaríamos por 6 meses en alguna plataforma de música (incluso más). Coleccionar música en formato físico ahora requiere ahorrar y tener la billetera preparada para lanzamientos que en muchos casos no llegan a Colombia y el dólar que siempre nos hace dudar a la hora de realizar una compra.

No todo son maravillas en el mundo digital porque también hay varios puntos negativos en el mundo del streaming y para mí el más importante es que no todo está disponible en estas plataformas. Aunque nos prometen millones de canciones (algo que es cierto), no significa que todo lo que busquemos está disponible. Por ejemplo, uno de mis álbumes favoritos es Come and Get It de Rachel Stevens. Este álbum no está disponible para streaming en Colombia, y así pasa con muchos álbumes, en especial los que fueron lanzados antes que toda esta era digital explotara. Muchos álbumes siguen con restricciones de país y solo están disponibles para ciertas regiones, esto no es culpa de las plataformas como tal y todo va mas por parte de labels y cuestiones de derechos.

oh!gg lil' touch girls' generation snsd


Para mí el mundo de la música es algo maravilloso y es increíble que a pesar de los años todavía logre sorprenderme en cuestión de formatos. Hace pocos días compré mi primer Kihno Album. Este formato es algo loco que aún no termino de comprender, pero me llevó a vivir una nueva experiencia. Este gadget te permite acceder al álbum que compres al conectarlo a tu móvil. Como tal el dispositivo no contiene data, simplemente es una como una llave que te permite entrar al álbum digital dentro de una aplicación que descarga el contenido. Dentro de la app vives la experiencia, mientras reproduces las canciones puedes ver contenido exclusivo como fotografías, letras de las canciones, además el formato físico contiene tarjetas con fotografías (que reemplazarían en este caso el booklet). El Kihno Album se ha convertido en una alternativa al CD y en un elemento de colección para aquellos que aman el KPop.

La música se puede disfrutar de tantas maneras y lo importante es compartirla. Qué lindo era hacer un cassette o quemar un CD para alguien especial. Está bien, ahora es más fácil compartir el link a una canción especial o crear una playlist, pero recuerdo pasar horas eligiendo 10 o 12 canciones especiales para darle un CD a mi crush, a mis amigos o simplemente creado un álbum para salir con mi discman en los paseos de domingo. No importa el formato en el que disfruten la música, todas las formas ofrecen algo único y se complementan entre sí, todo depende del momento y el lugar, del mood en el que te encuentres y simplemente dejarse llevar por los ritmos de sus canciones favoritas.

1 comentario:

  1. Wuau!!! Eres un super coleccionista no había sabido de alguien que tuviera 400 CDs en su biblioteca Casera yo tan solo tengo 45 CDs en mi colección algo pequeño pero con los artistas que me encantan y colecciono CDs desde los 14 años mi abuelo es el alcahueta que me da 100 o 200 y casi todo lo gastaba en CDs.
    porque cuando era peque mi tía tenia muchos ya sean originales o quemados yo siempre quise tener mis CDs en físico pero mas originales que quemados por la calidad del CD y por el booklet;eso es lo mágico de los CDs saber quien hizo la música Próximamente tendré Lps de Ariana Grande que es la artista que me enamoro desde su primer álbum y la apoyare hasta que se retire de la música o muera dejando el legado como la mejor voz de los años 10 y 20 de este siglo 21, La música pop la descubrí desde peque quizá desde los 4 o 5 años me gustaba britney pero ahora no me gusta para nada quizá 3 canciones nomas

    Espero que sigas alimentando este blog con muchos artículos sobre la cultura pop
    Saludos!!!!

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