PRIDE: GUY.exe y la búsqueda de "lo perfecto"
PRIDE
Un mes en el que hablamos y resaltamos la lucha por la igualdad y la dignidad de la comunidad LGBTIQ+. Fácil sería crear una entrada en el blog donde pudiera mencionar el top 10 de las canciones que deberíamos escuchar durante el mes del orgullo, pero este año vamos a hablar de diferentes realidades que vivimos, que nos afectan y expresarlas a través de la música. Así que quisimos abordar, de la mano con Phenoma, estas temáticas de la comunidad y crear los collage que verán en cada una de las entradas.
Este año el Pride se siente diferente, estamos en casa en medio de una cuarentena. Las redes sociales que siempre han sido nuestra ventana para ver al exterior y dejarnos ver, tomaron más fuerza en este periodo de aislamiento y cierto tipo de conductas se han hecho no solo más fuertes, sino más evidentes, una que personalmente me ha afectado es el body shaming.
Las redes sociales siempre han estado invadidas de cuerpos esculturales, pero en época de cuarentena parece que se han duplicado. Personas que se ejercitan desde sus casas y muestran su cuerpo perfecto después de entrenar, mostrando esa idealización que cuando te ves bien físicamente, captas la atención de todos. En una comunidad donde se lucha por la diversidad, parece como si la belleza se convirtiera en el factor para ser juzgados y divididos: “gay de gym”, “gay gordo”, “gay flaco”, “gay femenino”, “gay macho”.
Es ahí donde nos encontramos con nuestra primera canción para este especial de Pride: GUY.exe de Superfruit.
Superfruit surge del famoso grupo Pentatonix, pero su foco musical va a los sonidos dance y electrónicos. Mitch Grassi y Scott Hoying plasman en su música conceptos disruptivos, buscan a través de la creatividad y en algunas ocasiones usan el humor para hablar de libertad, amor, amistad y de expresar la fluidez de género a través de piezas coloridas e impactantes.
Escuchar GUY.exe nos llevó a esa conversación sobre la superficialidad. A simple vista la canción y el video exploran esa visión de querer crear a la pareja perfecta: con estabilidad emocional, dinero, cuerpo de modelo. En el video vemos cómo Mitch toma el papel de científico loco intentando crear a su pareja ideal (Scott) y terminan en un gran número musical hasta que el experimento falla y hay que volver a empezar. Todo es diversión, baile y colores, pero cuando entramos a profundidad hay un sentimiento más oscuro en la canción. Superfruit lo hace de una manera bastante divertida y emocionante, pero vamos más allá de lo que hay a simple vista
Una de las frases que más vueltas da en mi cabeza cuando escucho este tema es “Expectations are too high and you’ll never find a guy like that”. Nos creamos expectativas de cómo queremos encontrar el amor. Expectativas de cómo debemos lucir o qué debemos tener para agradar a las otras personas. Y no solo funciona a nivel de parejas, también de cómo podemos encajar en una sociedad que te juzga si eres muy flaco o si estás gordo. Todos nos convertimos en el científico loco en busca de esa persona perfecta, pero también en cómo queremos transformarnos para encajar en lo que la sociedad parece indicar qué es perfecto y qué no lo es.
La imagen creada por Phenoma para esta entrada simboliza ese lado profundo de la canción. Por un lado vemos un marco en el centro que simboliza el espejo en el que deberíamos mirarnos, en la aceptación propia y en el no caer en ese ciclo de juzgar a otros por cómo lucen. Los bisturís quirúrgicos que representan la presión social de modificarnos para lucir como la sociedad y los medios nos venden esa imagen de perfección, al igual que la presencia de la escultura de David en el centro que es nuestro imaginario del hombre ideal. Los cisnes negros buscan representar en esta imagen que no importa si logras encontrar a esa persona que consideras perfecta, porque siempre vas a encontrar algo “mejor” en otra. Finalmente las amapolas representan nuestro deseo de cambiar a las personas, son el reflejo de cómo algo que es hermoso, termina en algo dañino cuando lo moldeas.
Superfruit es un gran ejemplo de cómo los artistas LGBTIQ+ abordan estas temáticas desde sus experiencias y logran llevar sus historias de manera creativa, dinámica y divertida, pero también está en nosotros como su público no quedarnos solo en la primera capa de una canción que nos puede hablar de lados mucho más profundos y que podemos enriquecer más su significado con nuestras propias experiencias.
Esta entrada es para celebrar nuestros cuerpos también y que dentro de nuestra misma comunidad que lucha día a día por la diversidad, podamos sentirnos cómodos y aceptados como lucimos. Con este primer contenido de Pride no solo buscamos generar conversación sobre música o recomendar canciones para festejar, este mes buscamos explorar miedos y experiencias expresadas a través de música de artistas LGBTIQ+ y aliados, con obras de arte creadas por Phenoma para darle una traducción a canciones que de uno u otro modo son himnos.
No hay comentarios: