Hablemos de 25, el nuevo álbum de Adele

Cuando escribo sobre algún álbum por lo general las ideas comienzan a surgir solas y voy plasmando las palabras u opiniones en mi blog, pero en esta ocasión escribir sobre 25 de Adele la historia ha sido diferente. Una de las dificultades es tratar de escribir algo un poco más "objetivo" y no dejarme llevar por la opinión de fanático loco, reseñas de otros medios u opiniones de mis amigos más cercanos.

Cuando lo escuché por primera vez, 25 no me sonó como un álbum innovador y sentía que le faltaba algo de magia. Cuando lo escuché por segunda vez mi opinión comenzó a cambiar y a la tercera el álbum comenzaba a sonar mucho mejor.

Hello abre el álbum y su sonido parece una continuación de 21, pero hay temas que sobresalen por diversificar el estilo del álbum. Canciones como Send My Love (To Your New Lover) van con un feeling mucho más pop y radio friendly, claramente influenciado por su colaborador Max Martin, mientras Water Under the Bridge le da una atmósfera más relajada, con versos pegadizos y conservando esas letras dramáticas que a todos nos encantan, pero más allá no escuchaba en 25 algo realmente especial o diferente.

25 es un buen álbum, pero me preguntaba lo que hacía que este trabajo fuera diferente y el momento de revelación llegó cuando repetía All I Ask, en ese momento entendí que lo importante de 25 es que representa la fuerza de una nueva generación de artistas. All I Ask me recordó a esas baladas de grandes divas como Whitney, Mariah o Céline Dion, y es ese estilo de música que ya no estamos acostumbrados a escuchar. La mayoría de artistas del momento explotan un estilo electrónico o se inspiran en sonidos ochenteros, se preocupan más por la imagen y sus voces están modificadas para darle un toque más moderno, todo eso está bien, pero se pierde la identidad entre un artista y otro. Adele vuelve a lo básico, al estilo de artista donde lo importante es su voz, el sentimiento y las historias que pueden contar a través de su música.

En mi opinión 25 no supera a 21, pero en este álbum juega más con su voz y por momentos logra salir de su zona de confort para probar con diferentes sonidos sin tomar riesgos muy grandes, pero más allá del estilo o las letras, este trabajo representa la consolidación de Adele como artista, como marca y el éxito comercial de este disco hará que pase a la historia como uno de los más importantes de esta generación.