Maze Runner - Correr o Morir

Maze Runner - Correr o Morir es la típica buena idea que no tiene una buena ejecución.

Para iniciar mi opinión debo contarles que me vi primero la película y luego leí el libro. La parte positiva es que ambas son entretenidas y tiene personalidad propia ya que son muchos los cambios y adaptaciones entre la historia de ambos.

Volviendo al libro, Maze Runner es interesante y crea cierta incertidumbre al comienzo, luego lentamente el ritmo cae hasta llegar al punto de aburrir y solo despertar la emoción de nuevo muy cerca al final. Uno de los problemas que encontré es la forma en la que se escribió. Hay cierto misterio en todo lo relacionado con el laberinto, pero las ideas se van perdiendo entre conversaciones largas y sin sentido entre los personajes, lo que hace doloroso el camino en la lectura. Son tantos los momentos en los que la historia se hace tan lenta que lo abandoné por completo, pero como no soy capaz de dejar un libro a la mitad, mi reto fue terminarlo. Para que se hagan la idea, inicié el libro en julio y lo terminé en diciembre (para un libro que se puede leer en poco tiempo).

Y si bien los diálogos fueron un problema grande, el principal de todos los inconvenientes fueron los personajes. Hay historias en los que te enamoras de un personaje, sea el bueno, el secundario o el villano, pero en este caso los personajes carecen de personalidad. Es difícil conectarse con ellos, sentir cierta afinidad o preocuparse por lo que les pueda pasar en el siguiente capítulo. Thomas sufre mucho al comienzo, se genera preguntas, está lleno de dudas sobre el laberinto. Pero esa actitud nunca la pierde, sufre en cada página, se hace miles de preguntas, se llena aún más de dudas y no tiene un crecimiento, no hay madurez y parece no tener un propósito. Teresa fue un personaje que no aportó mayores cambios, fue simplemente un personaje tímido y que, al menos en este libro, no representó algo de Girl Power, simplemente fue un ser pasivo que hizo confundir el triple a nuestro personaje principal. El resto de personajes tampoco crecieron y sus historias no permitieron que uno se los imaginara en acción o que despertaran simpatía.

Por muchos meses quise leer este libro y fue una gran decepción (lo admito, disfruté más la película), y esta entrega no me dejó con ganas de continuar con los siguientes. Tal vez debería hacerlo para no dejar la historia inconclusa, pero por ahora la curiosidad en mi no se ha despertado para ir a comprar el libro que resuelva a las preguntas que dejó.

Por lo general (y si han leído mis entradas anteriores sobre libros) suelo acompañarlos con algunos discos o la música de cierto artista, pero en este caso no logré encontrar una banda sonora que me acompañara en la lectura.

Después de este libro tengo uno de los retos de lectura para el 2018: intentar no dejar la historia iniciada y leer los siguientes libros de la saga.