Diario pop: Must listen - una guía para vivir a todo volumen




Se está acabando el 2018 y la mayoría ya de seguro comienzan a pensar en la lista de propósitos de año nuevo, en mi caso no es solo iniciar un nuevo año, también es un nuevo ciclo teniendo en cuenta que cumplo 32 años en enero (sí, ¡32 años!) y creo que una de esas metas para el 2019, y para los años siguientes, es incluir viajar a festivales de música y conciertos de mis artistas favoritos, meta que todos deberían agregar a sus propósitos, al menos uno. ¿Se imaginan poder viajar de festival en festival y de concierto en concierto hasta el final de sus días?

De hecho me he sentido tan inspirado al ver cómo una de mis compañeras de trabajo ha ido a varios conciertos este año y cómo cuenta las experiencias que vive en cada uno de estos, que yo también estoy comenzando a animarme a vivir esas mismas experiencias con los artistas que amo. Pero así como hay personas como ella, también muchas personas creen que ir a festivales es una pérdida de plata, que sería mejor ahorrar para otra cosa, que no es justo, y de tanto escuchar ese tipo de comentarios he llegado a preguntarme ¿Será realmente tan terrible pagar por algo que me gusta tanto?

Quizá la respuesta es que gastar el dinero en festivales no es tan malo como parece. A mi edad me encanta compartir estas experiencias musicales con mis amigos y en el futuro espero ser un adulto responsable de 60 y tantos años y seguir disfrutando de cada festival y concierto con toda la buena energía ¿Por qué no?

Esto solo lo entenderán aquellos que son apasionados y enamorados por algo, como yo por la música. Solo nosotros entendemos la emoción de cruzar las puertas de un festival, sentir el ambiente, conocer nuevas personas, las bandas, las luces y escuchar la música favorita en vivo (aún no supero el momento tan mágico que fue escuchar a Florence and the Machine bajo la lluvia)… ¡la vida perfecta!



Por otro lado, también entendemos que se necesita dinero para lograr ese futuro perfecto: retirarse y tener todo el tiempo para dedicarse a esa pasión. Honestamente creo que se puede, pero si se logra mantener siempre en mente ese estilo de vida, si se adopta una disciplina de ahorro y un buen plan de retiro (este es el Charlie de casi 32 años pensando en el futuro).

Digo esto porque veo cómo familiares, amigos de mi familia y mis suegros viajan y disfrutan su vida al máximo, por ejemplo uno de mis tíos estaba hablando de su último viaje a Turquía y que el próximo año irá a Grecia con su esposa, y mientras contaba sus planes yo pensaba ¿de dónde sacan plata para todo eso? (claramente porque quiero tener esa vida). Al fin, la curiosidad me ganó y le pregunté, oye tío cómo haces para viajar tanto, porque hasta donde sé ya no trabajas… y su respuesta fue ¡La pensión Charlie! ¡La pensión!

¿La pensión? ¿Eso es real? Y ahí me di cuenta de algo, yo ni he pensado en ese tema, ni creo que vaya a lograrlo, pero me explicaron algunas cosas y la verdad mi idea sobre el tema cambió.

Me habló de un fondo que maneja el estado, que es como una cuenta común en la que las personas ahorran cada mes una parte de lo que ganan hasta cumplir 62 años (57 las mujeres), y en ese momento, pueden dejar de trabajar y recibir plata para cubrir gastos básicos y dedicarse a lo que quieran hacer. Creo que mi abuelo se pensionó ahí, pero mi tío se retiró con un fondo privado en el que tiene una cuenta personal (no de todo el mundo como en el otro fondo) y ahí también se ahorra mensualmente, pero cada persona decide la edad en la que quiere retirarse y empezar a recibir el dinero del ahorro, todo depende de cuánto logró ahorrar.

Conocer varios países, ciudades, y culturas sin importar la edad, es algo digno de planearse, y si la principal causa de ese plan es vivir a todo volumen, vale la pena revisar las opciones y ahorrar.

Después de esta reflexión tan adulta (no me odien, pero la cercanía al cumpleaños me tiene mal) volvamos a lo que nos gusta. Estos son los festivales must que he incluido en mi plan de retiro (aunque suene algo dramático):

Pitchfork Music Festival

Cuando se trata de identificar tendencias o simplemente conocer nuevos artistas y sonidos Pitchfork siempre ha sido el espacio ideal y en parte un sitio en el que uno confía cuando se trata de recomendaciones.  Para su festival siempre hay un cartel con nombres alternativos, pero también hay espacio para el pop, como por ejemplo Carly Rae Jepsen fue de las principales en el 2016. Interesante para aquellos que buscan nuevos sonidos y artistas para agregar a sus listas.

Coachella Music & Arts Festival

No me voy a detener acá porque todos sabemos de que se trata. Mas allá de la música, se trata de moda, arte y de vivir el momento. Este es un must en cada lista de metas, indiferente de lo que pienses del festival, es una experiencia que se debería vivir. Hay espacio para todo, desde los sonidos rock, a lo urbano, pero también el pop que ha visto a Beyoncé y Lady Gaga como headliners en los últimos años.

Bestival

Honestamente no sabía mucho de este festival y he comenzado a investigar de a poco. Sí, hay grandes artistas (entre los que me llaman la atención han participado Years & Years, Florence and the Machine, The xx) pero me atrae todo lo que tiene para ofrecer más allá de la música: instalaciones artísticas, actuaciones de teatro, circo y surrealismo generalizado.


Glastonbury

Tampoco me detengo mucho en este festival, todos sabemos de qué se trata y también es un Must, creo que los que me conocen saben que lo disfrutaría demasiado, hay artistas de diferentes géneros, pero el pop nunca queda de lado contando con la participación de Katy Perry, Tove Lo, Ellie Goulding o Years and Years en las últimas ediciones.

Hay muchísimos, cada quien elegirá los que quiera según sus gustos musicales. Pero no solo festivales, también sería buenísimo poder ir a conciertos de tus artistas favoritos en otros países, por ejemplo me encantaría ver de nuevo a Kylie Minogue pero disfrutar su show por ejemplo en The O2 Arena en Londres, o viajar y ver algún concierto de Kelly Clarkson (sería el momento más feliz de mi vida), también vivir la experiencia de ver a Britney en Las Vegas ahora que iniciará Domination (aunque este no entre en mis prioridades, pero ya saben como me emocioné con Gimme More en Bogotá) y esperar si se concretan esos rumores del regreso de las Spice Girls.




Un amante de la música no debería pensar dos veces invertir su dinero en ir a un festival o un concierto. Cada experiencia y los recuerdos que se tienen serán perfectos para contar a los nietos; los amigos que se encuentran pueden ser para toda la vida, y según algunos estudios, gastar el dinero en anécdotas nos hará más felices.

Ahora, si les quedó sonando lo que les mencionaba hace un rato sobre ahorrar y planear, entren a este sitio, encontrarán info interesante  https://planeacionfinanciera.com.co/


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