Kelly Osbourne - Sleeping In The Nothing
Hace un par de semanas, por alguna extraña razón, llegó a mi mente una melodía a la que intenté seguirle el ritmo. Era de noche, no sabía bien de cuál canción se trataba, finalmente recordé algo de la letra y lo que terminé cantando fue One Word de Kelly Osbourne, mi reacción fue primero buscar en YouTube el video y transportarme a mi etapa adolescente, el siguiente paso fue buscarla en Spotify porque quería recordar ese álbum, vaya sorpresa cuando no lo encontré. Las semanas pasaron, me olvidé de nuevo de Osbourne, pero por cosas del destino comencé a ver en redes sociales algunos comentarios y artículos anunciando la llegada de su discografía a Spotify, lo confieso no tardé ni un minuto en darle play.
Ahora, vamos a regresar en el tiempo.
Fue más o menos en el 2002 cuando Kelly Osbourne debutó con su álbum Shut Up (luego re-lanzado como Changes), con una onda punk-pop como una manera de mostrarse opuesta al movimiento pop tipo Britney Spears, Christina Aguilera y que intentaba sonar como Avril Lavigne. Poco tiempo después comenzaron a salir todos los álbumes pop-rock de las princesas pop tipo Hilary Duff, Kelly Clarkson o Lindsay Lohan. No hay mucho que decir de Shut Up, el impacto fue mínimo y tal vez lo más rápido y fácil de recordar fue su cover de Papa Don't Preach.
Llegó el 2005, ya habíamos disfrutado de In The Zone de Britney, por otro lado Lohan, Duff, Clarkson y Ashlee Simpson destacaban entre el público juvenil, y de repente llegó la canción pop perfecta de manos de la artista menos esperada: Osbourne lanzaba One Word y el mundo parecía que dormía mientras se perdían de una las mejores canciones de ese año (excepto Reino Unido donde la canción llegó al #9).
One Word tiene elementos de los 80s, de hecho está fuertemente inspirada en Fade to Grey de Visage (terminaron en una disputa de copyright que fue arreglada en términos de regalías). Su poca capacidad vocal se ve arreglada gracias a efectos y una melodía nostálgica que logra transportarnos a la época ochentera. El punto a resaltar fue la composición y producción que estuvo a cargo de Linda Perry (Pink, Christina Aguilera), siendo estaban de las protagonistas principales de Sleeping In The Nothing.
Como álbum Sleeping in the Nothing se va por una onda New Wave, a un sonido más enfocado al dance mezclado con rock, guitarras y sintetizadores que se mezclan para crear un mood ochentero, además de ser un álbum cuya composición y producción estuvo en manos de Perry con la participación de Osbourne en la composición de 4 temas.
Inicialmente el álbum recibió críticas bastante tibias y curiosamente las reseñas se enfocaron principalmente en como el sonido sonaba anticuado. Si vamos a comparar, Sleeping In The Nothing ha superado de mejor manera la prueba del tiempo que muchos álbumes lanzados en el 2005. Tal vez vivimos en una etapa donde apreciamos esos esfuerzos y la inspiración en otras décadas, por eso parece que muchos podemos disfrutar más de este álbum hoy que en su época de lanzamiento. Antes que la frase "es mi álbum más personal hasta la fecha" se convirtiera en una estrategia de marketing para las estrellas pop, este álbum mostraba una faceta más profunda de Osbourne y plasmaba letras que nada tenían que ver con amores adolescentes. Se destacan canciones como Save Me o Redlight a nivel de letra y de expresar un sentimiento de tristeza e incertidumbre, mientras canciones como Secret Lover y Suburbia le permitió jugar un poco más con su personalidad a nivel musical.
Antes de Blackout, Bionic o la llegada de Lady Gaga a nuestro universo pop, hay que decir que Sleeping In The Nothing fue un álbum adelantado a su tiempo, incomprendido, pero que se puede apreciar más hoy por la propuesta y las historias que Kelly Osbourne tenía para contar.
Escuchen Sleeping In The Nothing:
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