Taylor Swift - Lover



Si algo he aprendido durante todos estos años que escribo en mi blog es que no debo apresurarme a escribir sobre un álbum sin vivir toda su experiencia primero. Ha pasado más de una semana del lanzamiento de Lover de Taylor Swift y han pasado todo tipo de pensamientos, emociones y me he conectado y desconectado con las canciones en diferentes niveles.

Cuando lo escuché el día de lanzamiento mi mente comenzó a trabajar, tenía diferentes comentarios y posiciones frente al álbum. Mi primer pensamiento fue "no es un álbum tan sólido", acompañado de "ninguna canción se ha quedado atrapada en mi cabeza", "prefiero 1989", "es una mezcla de Red y 1989", de seguro si ese mismo día yo hubiera tomado la decisión de escribir mi opinión de seguro muchas de esas frases estarían presentes.

Pero una semana después mi opinión es completamente diferente, así que la voy a escribir tal cual como pasa por mi mente en este mismo instante.

Lover sí se siente cómo esa mezcla de Red y 1989. Tiene la profundidad en las letras del primero y el sonido ochentero del segundo, pero Lover da un paso más allá. No es un álbum que te conecta de inmediato como personalmente me pasó con 1989, que sus melodías eran tan pegadizas que siempre alguno de los coros resultaba repitiéndose en la mente, en cambio Lover requiere escucharlo en diferentes ambientes, que te acompañe, que las letras te hablen, leer cada palabra, analizarlo. Lover parece ser un álbum pop sencillo, pero es más complejo de lo que muestra su campaña o lo que se plasmó con sus primeros sencillos.



Atrás quedaron las emociones de venganza y rebeldía de reputation. Lover se trata del amor, de lo que nos rodea. Swift toma sentimientos trillados y del día a día, como estar enamorado o tener un crush, y los convierte en poesía, en viajes a mundos de fantasía que se acompañan con melodías dulces que pueden iluminar el día de cualquiera.

Lo que me parece más interesante de Lover es que Swift no está tratando de vendernos un cambio. No es el álbum más personal de su carrera. No está experimentando con sonidos. No está buscando cambiar las tendencias del pop actual. En cambio suena como una mezcla de todo lo que hemos escuchado de diferentes artistas pop: el sonido retro y divertido de Carly Rae Jepsen, lo misterioso de Lana del Rey, pero al final sigue siendo un álbum muy Taylor Swift que incluso nos lleva a la nostalgia con ligeros toques de country y baladas encantadoras.

El punto negativo de Lover fueron sus dos primeros sencillos promocionales, ME! es un buen track (aún da muchas vueltas en mi cabeza), pero no representa la profundidad y el sonido del resto del álbum, mientras You Need to Calm Down buscó mostrar una posición más política, pero teniendo una canción como The Man que sobresale mucho más nos hace pensar que la estrategia de promoción no fue la más inteligente. Ahora me imagino un mundo donde The Man, Cruel Summer y I Think He Knows fueron los sencillos con los que promocionaba esta era.

Lover no es una obra maestra en mi opinión, pero es un gran álbum pop. Creo que definir si es o no su mejor álbum entra en cuestión de gustos y como se conecta con cada uno de sus seguidores. Mi conexión emocional está con 1989 y eso hace que sea mi favorito, pero siento que Lover es un gran legado no solo dentro de su discografía, sino también para la música pop.


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