Juanes: Escuchando de nuevo 'Mi Sangre'



Juanes, un nombre tal vez no imaginé escribir en este blog, no porque no lo considere un buen artista, de hecho siento admiración por su música, sus logros y como ha dejado el nombre de Colombia en alto a nivel internacional, pero simplemente al llegar a mi edad adulta dejé de conectarme con él, eso sí, debo decir que su música fue el soundtrack de mis primeros semestres en la universidad.

Si se trata de historias personales, Juanes tiene un lugar privilegiado en mi vida musical: mi primer concierto fue uno de él en Armenia, Quindío. No tengo muchos recuerdos del concierto, sé que se trataba del tour que daba promoción a su segundo álbum y que canté a todo pulmón A Dios Le Pido.

En las últimas semana me he sentido inspirado a escuchar álbumes completos que son completamente inesperados (como hace poco que escribí sobre El Sexto Sentido de Thalía) y en esta ocasión decidí escribir sobre el que considero el álbum más importante en la carrera de Juanes: Mi Sangre.

Mi Sangre tenía un reto importante, uno que parece ser común en el mundo musical y es que el tercer álbum siempre suele tener un peso más emocional, de mostrar crecimiento, de evolución, pero ese reto es cada vez mayor cuando viene precedido de un éxito comercial, en este caso venía con la presión del impacto que logró Un Día Normal en charts y la influencia de sus singles promocionales, en especial porque ese fue un álbum muy pensado para radio, donde todas las canciones tenían ese elemento "catchy" y esos coros que parecían imposibles de evitar.

Juanes dio un paso de gran importancia en su carrera musical con Mi Sangre, de hecho puede ser considerado un punto de reinvención. Para algunos puede parecer exagerado decir que Juanes se reinventó con este trabajo, pero si uno escucha con cuidado el álbum como un trabajo completo (no solo en el impacto de los singles) se nota una evolución en su sonido, logrando combinar los mejores elementos que hicieron sus primeros trabajos exitosos. De Fíjate Bien tomó los sonidos rock aunque tímidamente tocó las temáticas sociales de ese disco, mientras de Un Día Normal rescató los elementos comerciales, como los coros explosivos y la exploración de las diferentes emociones que se viven en las relaciones de pareja.




Mi Sangre terminó siendo un trabajo sólido porque logró tener algo para todos los gustos: es rock, es pop, es romántico, es fuerte, es rebelde, se baila, se canta, se llora. Este álbum es icónico porque muchas de sus canciones lograban despertar emociones y acciones en sus oyentes. Juanes tiene varios hits clásicos en sus manos, pero vamos a un bar, a una fiesta o a un concierto y se siente que las reacciones más fuertes se despiertan de manera más fuerte con las canciones de este álbum. He visto personas llorando con Nada Valgo Sin Tu Amor, bailando Volverte a Ver y gritando a grito herido La Camisa Negra.

En el momento de su lanzamiento Mi Sangre despertó todo tipo de comentarios y en especial comparaciones con sus dos álbumes anteriores, pero con el paso del tiempo cada uno suena como una obra independiente, con historias diferentes, enfoques temáticos y relatos de vida que son un reflejo de los tiempos que se vivían durante la época de lanzamiento. Musicalmente Mi Sangre ha logrado superar la prueba del tiempo y es justo por la variedad de sonidos e historias que se cuentan. Cada una de las canciones se ajusta a diferentes moods y aunque no es un álbum perfecto (hay temas débiles como Lo Que Me Gusta A Mí, una canción que realmente no es para todos los gustos), es un disco que puedes disfrutar fácilmente, seas o no fan de Juanes.

Mi deseo de revisitar Mi Sangre se despertó desde su show en Rock Al Parque 2019 y ver la reacción de miles de personas cuando comenzó a cantar Nada Valgo Sin Tu Amor, tal vez la canción que me dejó sin voz durante su set. Desde entonces he escuchado Mi Sangre en 3 ocasiones (no lo hacía desde la universidad), prestando atención a las letras, a sentirme identificado, a traer memorias de historias pasadas, de transportarme a esa época en la que subí a una silla en un bar mientras sonaba La Camisa Negra, a recordar mi época universitaria y poco a poco descubrí que sin imaginarlo un álbum de Juanes era parte del soundtrack del cierre de un ciclo en mi vida y me acompañó en el comienzo de mis 20s. Verlo en Rock al Parque me hizo vibrar, me hizo querer escucharlo de nuevo por placer y no sentirme culpable de hacerlo, e independiente si consideran Mi Sangre un buen álbum o no, así les guste su nueva música o simplemente se quedaron en los clásicos, hay que reconocer que su música es parte de las bandas sonoras de nuestra vida.




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